ANIVERSARIOS EL FORDISMO
La invención del trabajo en cadena
El 7 de octubre de 1913, en una fábrica de
Detroit, nació la primera línea de montaje, una innovación que pronto se
extendió a toda la industria estadounidense y creó un modelo de
abundancia para el siglo XX.
Por LE MONDE
Tiempos modernos . “El hombre que pone una pieza no la fija. El que pone un perno no pone la tuerca. El que pone la tuerca no la atornilla”, escribió Henry Ford en 1922.
Un vasto paralelepípedo de ladrillos rojos con ventanas tapiadas es
todo lo que queda de la fábrica Ford de Highland Park, en Detroit, que a
principios del siglo XX fue la más grande del mundo. Sólo un cartel
minúsculo en el que se lee “Cuna del Modelo T” (el legendario auto
fabricado por Ford desde 1908) da cuenta de un pasado industrial tan
rico como ido: “Aquí Henry Ford inició en 1913 la producción en masa de
automóviles en una línea de montaje (…) que pronto se extendió a toda
la industria estadounidense y creó un modelo de abundancia para el siglo
XX”.
Difícil de imaginar que en este lugar ruinoso, el 7 de octubre de 1913 nació la primera línea de ensamblaje automatizado.
Henry Ford tuvo la idea al visitar, cuando era adolescente, los
mataderos de Union Stock Yards en Chicago. Los cuerpos de los animales
desfilaban en carros delante de los carniceros, que permanecían quietos.
Ya cuando lanzó el Ford T, Ford tenía la obsesión de la eficacia.
Quería “un automóvil para las masas”. Por entonces, Olds, Dodge,
Chevrolet, Buick y la propia Ford libraban una fuerte competencia para
llegar a producir un coche de menos de 1.000 dólares. Ford fue el
primero que lo logró y la cadena de montaje consolidó su avance.
“El
hombre que pone una pieza no la fija(…) El hombre que pone un perno no
pone la tuerca (…) El hombre que pone la tuerca no la atornilla(…) Todo
está en movimiento en el taller(…) Nadie tiene que moverse ni levantar
nada”, describe Ford en su autobiografía Mi vida y mi obra, de 1922.
“Si
cada uno de los 12.000 operarios se ahorra diez pasos por día, entre
todos se ahorran 75 kilómetros de energía malgastada”, calcula el
fundador de la automotriz, quien no sabe que acaba de inventar el fordismo:
el trabajo en cadena, sumado a una estandarización de los productos,
permite una mejora de la productividad que es en parte reintegrada al
trabajador. A cambio de la aceleración de los tiempos, la gente puede
esperar acceder al sueño del auto propio y a la clase media.
“Esta
modalidad de producción, fuertemente inspirada en las teorías de
Frederick Taylor, por quien Ford profesaba una gran admiración, da
trabajo a los obreros menos calificados, aumenta la producción y baja el
precio de venta”, subraya el historiador André Kaspi. Hasta entonces,
el promedio de tiempo para ensamblar un chasis era de 12,5 horas.
La cadena de montaje móvil baja ese tiempo a 1 hora 33 minutos.
En
un año, la producción se duplica, sin que cambie la dotación de
obreros. Y el precio del auto no deja de caer: de 825 dólares en 1908 a
490 en 1914, y a 290 en 1924. Es casi el precio de un caballo. Y como
Ford paga sueldos tres veces más altos que sus competidores –unos 5
dólares diarios– sus obreros pueden convertirse en los primeros clientes de la automotriz.
Revolucionario,
el concepto de fordismo tarda un tiempo en generalizarse. La industria
del armamento comienza a aplicarlo durante la Primera Guerra mundial.
André Citroën equipa su planta de armamento del 15º distrito de París
con una cadena móvil para elevar la producción de sus famosos obuses de
75 mm. Al terminar la guerra, reconvierte el lugar para ensamblar
automóviles.
Las otras automotrices de Europa, como Peugeot o
Renault, estiman que no hay mercado masivo en el Viejo Continente y que
no hay razón para modificar sus métodos de producción artesanales.
En
EE.UU., la generalización de la línea de montaje es meteórica. Pero
Ford, preso de una estandarización excesiva, tardará en hacer
evolucionar su modelo industrial.
Alfred Sloan, presidente de
General Motors, comprendió pronto que no alcanzaba con producir en serie
sino también poder proponer variedad para atraer a una clientela que se
agrandaba y sofisticaba sus deseos. Logró hacer desfilar sobre una
misma línea de montaje modelos con carrocería y terminaciones
diferentes. “Desde este punto de vista, podemos decir que es Sloan quien
inventa la plataforma, la base de toda la industria automotriz
moderna”, señala Loubet.
Taiichi Ono, inventor del toyotismo, va a
complejizar un poco más el proceso al hacer rentables las series de
producción chicas gracias al sistema just in time , que reduce
aún más el costo de producción. La cadena ajusta su producción al
volumen de órdenes, lo que permite reducir los stocks.
Las tres innovaciones de Henry Ford
Como lo explica Jean-Marc Daniel , economista del Institut de
l’entreprise y profesor en ESCP Europe, la innovación de Henry Ford en
1913 fue principalmente transferir el poder adquisitivo al asalariado
mediante una suba de las remuneraciones, y no al consumidor mediante una
baja de los precios.
– ¿Qué es el fordismo?
–Son tres
innovaciones. Gracias a la película de Chaplin Tiempos modernos , todos
conocemos la primera: la automatización de las tareas a través de la
organización de una línea de producción.
La segunda es la separación de la burocracia y de la función industrial dentro de la empresa.
La
tercera constituye una verdadera revolución del pensamiento económico,
ya que consiste en la implementación de una política de salarios altos.
Contra lo que suele decirse, la idea de Ford no fue venderles los Ford T
a sus operarios, y menos aún que Ford tuviese un paternalismo generoso.
Ford era un reaccionario que prohibió los sindicatos. Apoyó la ley seca
y hasta financió al partido nazi a través de su filial alemana.
Para
él, los salarios elevados eran el medio para atraer a los mejores
obreros, pero, sobre todo, para tener paz social. Prefería privilegiar a
sus asalariados en detrimento de los consumidores, a los que no seducía
con los precios sino con el “reclamo” por el cual contrató a los
cómicos Laurel y Hardy.
–¿Por qué fue una revolución del pensamiento económico?
–El
fordismo se basa en la convicción expresada en Alemania por Adolf
Wagner, a comienzos del siglo XX, de que la transmisión del poder
adquisitivo mediante la baja de los precios es menos eficaz que mediante
la suba de los ingresos. La conclusión lógica de esta reflexión es que
hay que socializar los ingresos y desarrollar la protección social. El
inconveniente de este sistema es que provoca una aceleración de la
inflación.
–¿Por qué?
–La escuela de la regulación lo
explicó. Al obtener un aumento salarial, el obrero se dice que es
posible doblegar al patrón. Instala, entonces, una relación de fuerza
que le vale un nuevo aumento de su remuneración. El problema es que el
incremento salarial es acordado en función de una relación de fuerza
favorable al personal y no en función de una mejor producción. La
inflación debido a los costos es, por tanto, inevitable.
–¿Eso fue lo que causó la declinación del fordismo?
–En
su política de ingresos, sí, porque su vertiente taylorista empalmó
bien con el toyotismo y su just in time .
( c) Le Monde
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