Con dudas y pocas competencias internas, se vienen las primarias
Por Martín Bravo
Las diseñó Kirchner para consolidar las estructuras partidarias y debutaron en 2011. A dos semanas de votar, mucha gente aún no entiende para qué sirven. Serán clave para definir el escenario para las elecciones de octubre.
Diseñadas por Néstor Kirchner para consolidar las estructuras partidarias y con el declamado objetivo de que las candidaturas se definan por el voto popular, las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias, las PASO, tendrán en dos semanas contadas competencias internas en los frentes constituidos y otra vez, como en 2011, funcionarán más para medir fuerzas y comenzar a definir el escenario electoral que quedará cristalizado en las elecciones generales del 27 de octubre.
En las últimas encuestas la mayoría de los consultados respondió tener conocimiento de que deberá votar dentro de dos semanas, aunque para una porción importante no estaría claro el sentido de la elección. “La gente no termina de entender cuál es el espíritu de las primarias, porque no todos los espacios definen sus candidaturas en agosto y eso confunde”, dijo Mariel Fornoni, de Management & Fit, a Clarín. Como consigna su nombre, las PASO son obligatorias para los ciudadanos de entre 18 y 70 años independientemente de que sean afiliados o no a un partido. Y optativas para los jóvenes de 16 y 17 que hayan renovado su DNI antes del 30 de abril y los mayores de 70.
En todo el país se elegirán precandidatos a diputados nacionales, en ocho provincias a senadores nacionales y en otras tres (Buenos Aires, San Luis y Chaco) también a legisladores provinciales, que luego se presentarán en octubre si superan el piso establecido. En los distritos en los que se votará más de una categoría se podrá cortar boleta, tanto dentro del mismo frente o entre distintos partidos, siempre que se elija una única lista para cada categoría.
Serán las primeras elecciones legislativas con este mecanismo. Y como en las de 2011, cuando también se votaba a presidente y algunos gobernadores, en la mayoría de los casos no se definirán las candidaturas en esta instancia. Las competencias internas para cargos nacionales aparecen como excepciones.
La más atractiva es la de UNEN en Capital, entre Pino Solanas-Elisa Carrió, Alfonso Prat Gay-Ricardo Gil Lavedra, Rodolfo Terragno-Martín Lousteau y Leandro Illia-Cesar Wehbe. En esos casos las listas de diputados para las generales quedarán conformadas según las reglas establecidas por cada frente: en UNEN, por ejemplo, acordaron que sea el sistema D’hont.
Cuando se sancionó la reforma política que introdujo las primarias, en 2009, uno de los argumentos de los legisladores oficialistas fue la necesidad de evitar candidatos elegidos “a dedo”. Cristina Kirchner no cumplió con la premisa y tampoco los principales referentes opositores: Hermes Binner, Julio Cobos, Sergio Massa, Francisco de Narváez y Margarita Stolbizer, por citar algunos, se presentarán sin interna. También el macrismo en Capital y la lista de José de la Sota en Córdoba.
El diputado kirchnerista Jorge Landau, uno de los impulsores de la reforma, rescató como punto positivo la reducción de la fragmentación: “En 2007 hubo 14 candidatos a presidente y en 2011 siete en las generales. En 2009 hubo 18 listas a diputados en Buenos Aires y este año van a quedar siete u ocho”.
Los espacios menos poderosos tendrán el desafío de superar el 1,5 por ciento del total del padrón del distrito para poder presentarse en octubre. Y para los principales será un mojón clave en el posicionamiento de cara a las generales.
El llamado “voto útil”, orientado a las opciones con mayores posibilidades, acapara las especulaciones en especial en la provincia de Buenos Aires: Stolbizer y De Narváez se esfuerzan por achicar la polarización entre el kirchnerismo y Massa, para evitar una eventual pérdida de votos en las elecciones generales.
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