Las empresas B pueden cambiar el mundo, ¿ya las conoces?
Con un modelo de negocio diferente al de las empresas comunes, las Empresas B revolucionarán el capitalismo desde adentro
Según la Certificación B, existen múltiples beneficios de ser B, como ahorro de costos, posicionamiento y nuevos clientes.
Las empresas B nacieron en el año 2006, después de
que los empresarios Bart Houlahan y Jay Coen fueran obligados a vender
su empresa a la firma American Sporting Good por US$250 millones.
Houlahan y Cohen querían definir un modelo de negocio basado en la
sostenibilidad ambiental, pero un precedente de la Corte Suprema los
obligó a cerrar el trato, en tanto la oferta era más rentable que los
dividendos que pudieran generar bajo el nuevo modelo. El motivo: la
razón de una empresa es generar valor para sus accionistas. Frustrados,
convocaron a un ex compañero suyo de Stanford, Andrew Kassoy, para
pensar cómo alentar a otros empresarios a poner el foco de su gestión en
la transformación social por encima de los dividendos. Así nació el
proyecto B-LAB.
“Vislumbramos un nuevo sector de la economía que utilice el poder del
sector privado para crear beneficios para las personas y el medio
ambiente. Un sector compuesto por un nuevo tipo de empresa, orientada
por un propósito de bien común, que genere beneficios para todas las
partes interesadas, y no solo para los accionistas”, escribieron en su
primer manifiesto, al que titularon “Declaración de Interdependencia”,
porque más que una proclamación de independencia reconocían que no eran
nada sin las personas o el ecosistema. El primer paso de B-LAB fue
sacar adelante la Certificación B–CORP,
que certifica que las empresas han modificado sus estatutos como
sociedad anónima, señalando con precisión que el fin de la sociedad no
será generar dividendos sino resolver una preocupación de la comunidad.
Hoy, el movimiento B-LAB está integrado por 1498 empresas
certificadas en 42 países, en 130 sectores. La empresa B más importante
del mundo en términos de facturación es Natura,
que se certificó desde fines de 2014. La empresa de cosméticos de
capital abierto con base en Sao Paulo (Brasil), con cerca de 7.000
colaboradores, 100 millones de clientes y ventas por US$3.000 millones
al año, alcanzó los 108 puntos de un total de 200, en una tabla en la
que se debe obtener más de 80 para calificar como Empresa B. Su
estrategia en sostenibilidad ambiental es un modelo a seguir por muchas
empresas.
Pero, ¿cuáles son los beneficios económicos de ser B? Entre los más
destacados, están el ahorro de costos, un mejor posicionamiento, acceso a
nuevos mercados, ingresar a procesos de mejora continua, posibilidad de
entablar relaciones con inversionistas "verdes" y atracción de recursos
humanos comprometidos con su trabajo, el medio ambiente y la sociedad.
EL LADO B DEL PERÚ
B-LAB está presente en América Latina desde el año 2012 a través de la franquicia Sistema B,
certificando a empresas en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador,
México, Paraguay, Uruguay, en 21 sectores, entre los que destacan
alimentos, reciclaje y reforestación. En el Perú, la empresa con
certificación B que más destaca es X-Runner,
dedicada a la instalación de inodoros sin agua y servicios de gestión
de residuos a familias que no cuentan con servicio de agua ni desagüe.
Esta empresa, fundada por Jessica Altenburger e Isabel Medem, dos
jóvenes emprendedoras del condado de Filadelfia (Pensilvania), obtuvo
una puntuación de 145 puntos, ubicándose dentro de las 120 firmas
reconocidas en el Best for The World 2015. Le siguen Nature Services, consultora en temas de recursos naturales, Libélula, consultora en temas de cambio climático y RET, confecciones textiles con algodón orgánico.
¿QUIERES SER B?
Para ser B se puede ingresar a la página web de Sistema B y responder de forma gratuita una evaluación. Conforme se alcance los puntos requeridos, se podrá postular a la certificación B-CORP.
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