La
calificación profesional o capital humano constituye la causa más
importante de las diferencias salariales entre los trabajadores.
El capital humano es
el valor del potencial de obtención de renta que poseen los individuos.
Incluye la capacidad y el talento innato, así como la educación y las
calificaciones adquiridas y suele estar fuertemente condicionado por el
entorno familiar.
El
capital humano aumenta como consecuencia de la educación general, de la
formación para el trabajo y de la experiencia. Lógicamente toda mejora
en el capital humano acarrea costos.
Hacemos notar que la educación formal en las universidades no sólo supone costos directos, como la matrícula, sino también costo de oportunidad,
los ingresos que podrían obtenerse trabajando en lugar de asistir a la
universidad. Los individuos deben sopesar los costos directos y los
ingresos perdidos que conlleva la educación y las futuras retribuciones
derivadas de contar con una mayor formación.
Los Sindicatos
La
justificación para explicar el crecimiento de los sindicatos de trabajo
ha sido la ausencia de condiciones de competencia por el lado de la
demanda, el poder de los empresarios requería la existencia de
sindicatos monopolistas que protegieran los intereses de los
trabajadores afiliados.
Los objetivos de los sindicatos
Uno de los objetivos que persiguen los sindicatos es negociar con
las empresas los salarios y demás condiciones de trabajo de sus
afiliados. La meta principal ha sido de mantener y elevar los salarios
reales de sus afiliados. En los últimos años, el empleo también ha
aparecido como uno de sus propósitos.
Para alcanzar los objetivos de crecimiento salarial se ha recurrido a una serie de estrategias:
- Restricciones a la oferta de trabajo: la limitación de la oferta de cualquier clase de trabajo, en comparación con los demás factores productivos, tenderá a elevar el salario. Para evitar que se incremente la oferta de mano de obra, los sindicatos han procurado retrasar la edad de entrada en el mercado de trabajo y adelantar la edad de jubilación, reducir el número de horas de trabajo a la semana. Con el mismo objetivo los sindicatos han tratado de restringir el grado de intensidad y rapidez del trabajo.
- Fijación de salarios mínimos: Otra estrategia normalmente seguida por los sindicatos es la de forzar la creación de leyes de salarios mínimos. Éstas hacen que el salario supere el de equilibrio. La experiencia nos dice que la fijación de un salario mínimo eleva la tasa de desempleo de trabajo no calificado y produce un aumento del salario de los que continúan empleados.
- Aumentar la demanda de trabajo: Para ello se ha recurrido, por ejemplo, a la fijación de tarifas aduaneras a la importación con el fin de entorpecer la entrada de productos extranjeros. Los sindicatos también han procurado aumentar los puestos de trabajo mediante reglas impuesta a los empresarios (por ejemplo que un restaurante disponga de un mozo cada cierto número de mesas) con el objeto de mantener la demanda de mano de obra por encima de los que aquellos realmente desearían. Este tipo de iniciativas indica que se considera la demanda de un factor como demanda derivada de los productos en cuya producción participa.
La negociación colectiva
La
negociación colectiva es señal de que existe imperfecciones en el
mercado de trabajo. Prueba de ello es que casi todas las empresas se
ven obligadas a fijar una política de salarios. Los patrones tienen
cierto control sobre ellos, pero su política de salarios está
condicionada por la cantidad disponible de mano de obra.
La negociación colectiva consiste en la fijación de las condiciones de trabajo, mediante la negociación entre obreros y empreasarios.
Los sindicatos tratan de establecer salarios tipo en los convenios colectivos.
Éstos delimitan un contrato genérico, que provee el marco en el cual se
determinarán los contratos particulares que la empresa celebra con cada
uno de los trabajadores.
Los convenios colectivos son los acuerdos que se alcanzan en las negociaciones colectivas.
La renta de la Tierra
La
cantidad disponible de tierra puede considerarse aproximadamente
constante, a diferencia de lo que ocurre con otros factores
productivos. Difiere de otros recursos naturales en que a corto plazo
es posible obtener de ella un flujo constante de producción sin que se
reduzca la cantidad del factor.
Al precio o retribución de la tierra suele denominárselo renta. Ésta refleja el valor de su productividad.
De
todos modos, cabe aclarar que la oferta de tierra para un uso concreto
no es fija. Por ejemplo la oferta de tierra dedicada a la producción de
soja se puede ampliar reduciendo la destinada a producir maíz o
incrementando la cantidad de tierras bajo riego.
También tenemos que distinguir entre renta de la tierra, que va al propietario y renta agraria que es la obtenida por quien usa la tierra para una explotación agrícola.
Renta económica
La
palabra renta se utiliza en los textos de Economía para describir la
parte de la remuneración que reciben los factores que tienen una oferta
limitada, en particular, aquella que está por encima de su costo de
oportunidad.
Por
ejemplo la remuneración que recibe un jugador de futbol que forma parte
de la selección será una renta económica, ya que su costo de opotunidad
lo que ganaría si en vez de jugar al futbol se dedicase a ejercer otra
actividad, sería notablemente inferior a lo que gana como futbolista.
Tomemos el caso de un futbolista que sea contador. Suponemos que el salario medio anual de un contador es de $25.000 y que jugando al fútbol obtienen unos ingresos anuales de $395.000, de estos ingresos $370.000 serán renta económica. En este caso el costo de oportunidad son los $25.000 que podría ganar como contador.
La renta económica es el rendimiento de un factor de producción por encima de su costo de oportunidad.
El interés y el capital
La retribución del factor productivo capital se denomina rendimiento o interés. El interés se puede definir como el pago por los servicios del capital o más concretamente, como el precio de un préstamo.
Las personas que disponen de dinero en efectivo tienen la posibilidad de consumir en la medida que lo deseen. Si, en cambio, deciden prestarlo, proponen las posibilidades de consumir ahora, y en consecuencia pedirán algún tipo de compensación por el sacrificio que están haciendo. Esta compensación es el interés que reciben por sus préstamos, lo que les brinda la oportunidad de acceder a niveles superiores de consumo en el futuro.
Si alguien presta $100 durante un año, con la condición de que le devuelvan $110 al final de ese período, la tasa de interés demandada es el 10%. Esto se puede considerar una medida de la compensación exigida por el prestamista, al haber perdido la oportunidad de consumir ahora bienes por valor de $100.
La diversidad de las tasas de interés
La tasa de interés se establece en un porcentaje de la cantidad prestada. Rigen diversas tasas, que normalmente difieren de acuerdo con lo siguiente:
Tomemos el caso de un futbolista que sea contador. Suponemos que el salario medio anual de un contador es de $25.000 y que jugando al fútbol obtienen unos ingresos anuales de $395.000, de estos ingresos $370.000 serán renta económica. En este caso el costo de oportunidad son los $25.000 que podría ganar como contador.
La renta económica es el rendimiento de un factor de producción por encima de su costo de oportunidad.
El interés y el capital
La retribución del factor productivo capital se denomina rendimiento o interés. El interés se puede definir como el pago por los servicios del capital o más concretamente, como el precio de un préstamo.
Las personas que disponen de dinero en efectivo tienen la posibilidad de consumir en la medida que lo deseen. Si, en cambio, deciden prestarlo, proponen las posibilidades de consumir ahora, y en consecuencia pedirán algún tipo de compensación por el sacrificio que están haciendo. Esta compensación es el interés que reciben por sus préstamos, lo que les brinda la oportunidad de acceder a niveles superiores de consumo en el futuro.
Si alguien presta $100 durante un año, con la condición de que le devuelvan $110 al final de ese período, la tasa de interés demandada es el 10%. Esto se puede considerar una medida de la compensación exigida por el prestamista, al haber perdido la oportunidad de consumir ahora bienes por valor de $100.
La diversidad de las tasas de interés
La tasa de interés se establece en un porcentaje de la cantidad prestada. Rigen diversas tasas, que normalmente difieren de acuerdo con lo siguiente:
- El riesgo de la operación: cuando se concede un préstamo, siempre existe el peligro de que éste no se recupere. Este riesgo es variable y dependerá de las características del solicitante. En el caso de un préstamo al Gobierno, el riesgo es prácticamente nulo, pero si se trata de una empresa nueva, el riesgo puede ser considerable.
- La garantía que ofrezca el solicitante del préstamo: Los prestamistas suelen demandar algún tipo de garantía, por ejemplo en el caso de un préstamo hipotecario, el prestamista toma como garantía la propiedad del solicitante. En otros casos, la garantía es personal. El tipo de garantía ofrecida por el prestatario incidirá sobre la tasa de interés cargada por el préstamo.
- El período para el que se concede el préstamo: La tasa de interés variará según el período por el cual se concede el préstamo. Un préstamo a largo plazo conlleva tasas de interés más elevadas que uno a corto plazo, ya que el riesgo aumenta con la duración del préstamo.
La demanda de préstamo y la demanda de capital
La
tasa de interés se fija por la demanda y la oferta. Pueden requerir un
préstamo las empresas que deseen invertir o que enfrenten dificultades
financieras; los gobiernos para sufragar los gastos que no cubren con
los impuestos y las familias que deseen adquirir bienes de consumo con
sumas que superan sus ingresos corrientes.
Las
empresas pedirán un préstamo en función de su precio y del rendimiento
que se espera obtener. El rendimiento del capital se puede expresar en
términos de los beneficios netos que se espera obtener a lo largo de la
vida del capital. Si se espera que la instalación de una máquina que
cuesta $1000 origine un incremento en los beneficios netos de $100 al
año, se puede argumentar que el rendimiento del capital será de un 10%.
En
estas condiciones la empresa se decidirá a llevar a cabo la inversión
si el rendimiento esperado del nuevo capital supera su costo, es decir
la tasa de interés.
Se plantea la
compra de una máquina que generará un rendimiento de un 10%. Si es
capaz de conseguir un préstamo al 8%, llevará a cabo su proyecto de
inversión. Por el contrario si la tasa de interés es del 13% , no
concretará su plan.
La oferta del capital
La oferta de capital financiero provienen básicamente del ahorro.
Puede ahorrar tanto el sector público (en el caso que sus ingresos
por impuestos superen sus gastos) como las empresas (en forma de
beneficios no distribuidos entre sus accionistas) o las economías
domésticas. El ahorro depende de diversos factores, entre los cuales
cabe destacar el nivel de la rente y la tasa de interés. Parece
razonable suponer que existe una relación entre la tasa de interés y el
ahorro, si las tasas de interés son elevadas impulsarán a ahorrar y si
son bajas las familias se mostrarán reacias a sacrificar consumo
presente por consumo futuro.
La determinación de la tasa de interés
La
demanda y la oferta de capital determina la tasa de interés. La curva
de demanda de préstamos tendrá inclinación descendente, o sea a tasas de
interés más bajas, la demanda de préstamos será mayor, las empresas se
mostrarán más deseosas de comprar bienes de capital al reducirse los
costos totales de la inversión.
En
cuanto a la oferta de fondos prestables, ésta depende del deseo de los
individuos de prestar, permaneciendo invariables las demás cosas,
aumente cuando se eleven las tasas de interés.
La
curva de oferta de fondos prestables también tendrá la forma normal
creciente. La figura siguiente ilustra cómo las curvas de oferta y
demanda de fondos prestables determinan la tasa de interés de
equilibrio.
La distribución personal del ingreso y la política distributiva
La existencia de fuertes diferencias en la distribución personal del ingreso justifica la aplicación de la política distributiva, cuyo objetivo es tratar de evitar que ciertos segmentos de la población no alcancen los niveles mínimos de renta.
La política distributiva está integrada por un conjunto de medidas del Gobierno, cuyo propósito principal es modificar la distribución de la renta entre grupos sociales o individuos, tratando de hacerla más equitativa.
La política de distribución existe porque, aunque el libre funcionamiento del mercado puede alcanzar la plena y eficaz utilización de los recursos productivos, no está garantizada una distribución de la renta que se considere justa para la sociedad.
Los instrumentos de la política distributiva
La distribución funcional de la renta se refiere al reparto de los ingresos entre los factores de producción, el trabajo y el capital. La parte de la renta que corresponde al trabajo y la que se destina a retribuir al capital dependen de la proporción en la que estos factores son utilizados en la producción y de la relación entre los precios de dichos factores. Los instrumentos son:
Los individuos con menor renta pagan lo mismo que los más afortunados y el porcentaje de impuestos es superior para los más pobres.
Los impuestos sobre la renta o impuestos directos (lo que gravan la obtención de la renta) pueden ser neutrales, si no modifican la distribución de la renta y si el tipo impositivo (porcentaje que se recauda sobre la renta) es el mismo para todo nivel de renta.
Los impuestos directos son generalmente proporcionales con mínimo exento, es decir que el tipo impositivo se eleva con la renta (progresivos) modificando la distribución de ésta en beneficio de los menos favorecidos.
Los gastos de transferencia
Los impuestos pretenden conseguir recursos financieros para el sector público y modificar la distribución de la renta. Las transferencias apuntan más directamente a garantizar una base mínima del nivel de vida para todos los individuos y una igualación primaria en la distribución de la renta.
El seguro de desempleo y las pensiones de jubilación tienen por objeto garantizar una base mínima a personas que de otra forma no podrían obtener tales ingresos.
Intervención directa en el mecanismo de mercado
Estas medidas actúan en el proceso de formación de los ingresos sobre las fuerzas de demanda y oferta de mano de obra sobre otros factores de la producción, como el capital.
Ejemplos de este tipo de políticas son la imposición de salarios mínimos y los controles sobre los precios de determinados artículos, generalmente de primera necesidad. Otro ejemplo es el congelamiento temporal de los salarios.
Las fallas del Estado
Si las políticas no se basan en un análisis minucioso del funcionamiento de los mercados, suelen romper el equilibrio del mercado, ir en contra de los intereses de aquellos grupos a quienes las autoridades desean ayudar, dando a lugar a las fallas del Estado. La fijación de un precio (salario) mínimo disminuye la cantidad demandada de trabajo, de modo que del grupo de trabajadores salen ganando los que siguen empleados y pierden los que se ven despedidos y pasan a estar desempleados.
Precios máximos y mínimos
El mecanismo de oferta y demanda puede utilizarse para explicar los efectos sobre el equilibrio de mercado de la fijación de precios máximos y mínimos.
Cuando se fina un precio máximo en un mercado, ningún vendedor puede cobrar más que este precio y en consecuencia la cantidad demandada superará la ofrecida. Cuando el Estado intervienen fijando un precio máximo sucede lo siguiente:
La existencia de fuertes diferencias en la distribución personal del ingreso justifica la aplicación de la política distributiva, cuyo objetivo es tratar de evitar que ciertos segmentos de la población no alcancen los niveles mínimos de renta.
La política distributiva está integrada por un conjunto de medidas del Gobierno, cuyo propósito principal es modificar la distribución de la renta entre grupos sociales o individuos, tratando de hacerla más equitativa.
La política de distribución existe porque, aunque el libre funcionamiento del mercado puede alcanzar la plena y eficaz utilización de los recursos productivos, no está garantizada una distribución de la renta que se considere justa para la sociedad.
Los instrumentos de la política distributiva
La distribución funcional de la renta se refiere al reparto de los ingresos entre los factores de producción, el trabajo y el capital. La parte de la renta que corresponde al trabajo y la que se destina a retribuir al capital dependen de la proporción en la que estos factores son utilizados en la producción y de la relación entre los precios de dichos factores. Los instrumentos son:
- Los impuestos.
- Los gastos de transferencias (seguro de desempleo y subvenciones asociadas con la política educativa).
- Intervención directa en el mecanismo de mercado.
Los impuestos
Todos los impuestos modifican la distribución de la renta. Los indirectos (recaudados
sobre el consumo de servicios o compra de bienes) la modifican en el
sentido de perjudicar a los grupos de renta más baja, y por eso se los
califica de regresivos.
Los individuos con menor renta pagan lo mismo que los más afortunados y el porcentaje de impuestos es superior para los más pobres.
Los impuestos sobre la renta o impuestos directos (lo que gravan la obtención de la renta) pueden ser neutrales, si no modifican la distribución de la renta y si el tipo impositivo (porcentaje que se recauda sobre la renta) es el mismo para todo nivel de renta.
Los impuestos directos son generalmente proporcionales con mínimo exento, es decir que el tipo impositivo se eleva con la renta (progresivos) modificando la distribución de ésta en beneficio de los menos favorecidos.
Los gastos de transferencia
Los impuestos pretenden conseguir recursos financieros para el sector público y modificar la distribución de la renta. Las transferencias apuntan más directamente a garantizar una base mínima del nivel de vida para todos los individuos y una igualación primaria en la distribución de la renta.
El seguro de desempleo y las pensiones de jubilación tienen por objeto garantizar una base mínima a personas que de otra forma no podrían obtener tales ingresos.
Intervención directa en el mecanismo de mercado
Estas medidas actúan en el proceso de formación de los ingresos sobre las fuerzas de demanda y oferta de mano de obra sobre otros factores de la producción, como el capital.
Ejemplos de este tipo de políticas son la imposición de salarios mínimos y los controles sobre los precios de determinados artículos, generalmente de primera necesidad. Otro ejemplo es el congelamiento temporal de los salarios.
Las fallas del Estado
Si las políticas no se basan en un análisis minucioso del funcionamiento de los mercados, suelen romper el equilibrio del mercado, ir en contra de los intereses de aquellos grupos a quienes las autoridades desean ayudar, dando a lugar a las fallas del Estado. La fijación de un precio (salario) mínimo disminuye la cantidad demandada de trabajo, de modo que del grupo de trabajadores salen ganando los que siguen empleados y pierden los que se ven despedidos y pasan a estar desempleados.
Precios máximos y mínimos
El mecanismo de oferta y demanda puede utilizarse para explicar los efectos sobre el equilibrio de mercado de la fijación de precios máximos y mínimos.
Cuando se fina un precio máximo en un mercado, ningún vendedor puede cobrar más que este precio y en consecuencia la cantidad demandada superará la ofrecida. Cuando el Estado intervienen fijando un precio máximo sucede lo siguiente:
- Aumenta la cantidad demandada.
- Se reduce la cantidad ofrecida.
- Aparece escasez en el mercado.
La imposición de un precio mínimo o de un salario mínimo
garantiza que el precio no descienda por debajo de cierto nivel. Cuando
el Estado establece un precio mínimo, ocurre lo siguiente:
- Aumenta la cantidad ofrecida.
- Se reduce la cantidad demandada.
- Aparece un excedente de mercado.
La fijación de precios máximos o mínimos es ejemplo de una falla del Estado, se origina una incorrecta asignación de recursos.
Precios subvencionados o precios sostén
El
Estado también interviene en los mercados del siguiente modo: fija un
precio sostén, deja que la demanda privada determine el precio de
equilibrio necesario para adquirir toda la cantidad ofrecida por los
productores y finalmente cubre la diferencia entre el precio sostén y el
obtenido en el mercado.
El
Estado deberá pagar esta diferencia por cada unidad producida, pero no
tendrá que adquirir stock alguno de mercadería. Esta forma de
intervención no implica que los consumidores deben pagar directamente un
precio mayor por los bienes subvencionados que compran, pero no impide
que se produzcan ineficiencias en la asignación de los recursos.
Con
frecuencia se han fijado precios subvencionados para determinados
productos de la minería, especialmente el carbón, y en ciertos mercados
agrarios.
El Estado de bienestar
Fue
creado en la Europa de posguerra, puede definirse como la
institucionalización de los derechos sociales de los ciudadanos. El
Estado provee a los ciudadanos determinadas prestaciones en forma de
subsidios, ayudas o pensiones, y brinda un conjunto de servicios
sociales, generalmente, en materia de salud y educación.
El estado de bienestar es el conjunto de servicios sociales (pensiones, cobertura de desempleo, salud, educación) que garantizan a los ciudadanos un nivel de subsistencia. |
---|
Originalmente,
al tratar de frecer a todos los ciudadanos unos servicios mínimos en
forma de prestaciones como educación, salud, salario mínimo, pensiones,
cobertura de desempleo,etc., pretendía erradicar la pobreza en Europa
tras la guerra. El estado de bienestar contribuyó a vertebrar la Europa
arruinada por la Segunda Guerra Mundial en un concenso sin precedentes,
y logró una convivencia difícil de alcanzar. Mediante este proceso, el
Estado se convirtió en una especie de árbitro para las distintas clases
sociales y paralelamente, despolitizó y desautorizó las posibles
revueltas sociales en aquellos lugares en que las desigualdades eran muy
acusadas. De esta forma se intentaba evitar el contagio de las ideas
comunistas que regían entonces en Europa del Este.
Como
resultado, el estado de bienestar es, desde hace medio siglo, un
elemento clave de la cultura europea y ha caracterizado un modelo de
crecimiento a largo plazo.
El
ejemplo europeo fue seguido por otros países. En América Latina, sobre
todo, el Estado sumió funciones similares luego de la Segunda Guerra
Mundial.
El debate sobre el estado de bienestar
Se ha abierto un debate central, algunos se preguntan si el estado de bienestar no se ha convertido en una rémora (obstáculo que detienen o entorpece)
para el futuro. La clave radica en saber si las iniciativas lanzadas
para aliviar la pobreza están provocando hoy déficits públicos
ingobernables y aumentos del desempleo, pues propician salarios elevados
que tienen como marco de referencia unos subsidios de desempleo que no
invitan a trabajar. Se cree que las subvenciones creadas por el estado
de bienestar han limitado los incentivos para trabajar.
La
magnitud de la quiebra fiscal del Estado, originada por una necesidad
creciente de prestaciones y un menor número de contribuyentes, la
cuestión para debatir es si existe la posibilidad de mantener los
sistemas de protección social y a la vez generar empleo.
El
estado de bienestar ha funcionado mientras la prosperidad hizo posible
un aumento de la presión fiscal que compensase las desigualdades más
extremas, mediante un aumento de los servicios sociales. Cuando los
ritmos de crecimiento disminuyeron, los déficit públicos empezaron a
hacerse excesivos.
En
América Latina en general y en Argentina en particular, buena parte del
estado de bienestar fue desmantelado en los años noventa durante el
auge de las políticas económicas de cuño neoliberal. La crisis en que
culminaron tales políticas obligó a generar nuevos mecanismos de lucha
contra la pobreza. En nuestro país en 2022 se implementaron los planes
Jefes y Jefas de Hogar Desocupados.
El futuro del estado de bienestar
Existen tres posturas:
- Los neoliberales sostienen que el estado de bienestar debe ser desmantelado para que actúen las fuerzas del mercado, pues genera más ineficiencias que beneficios.
- Otros que debe reformarse, para hacerlo compatible con la necesaria contención del gasto público, lo que implica profundos recortes en algunas de las prestaciones.
- Los defensores de una tercera postura afirman que el estado de bienestar forma parte esencial de la lucha contra la desigualdad y en consecuencia debe mantenerse.
Al margen de las distintas
opiniones políticas, las fuerza de los hechos está demostrando que el
estado de bienestar precisa una reforma y actualización que permita que
aquellos que realmente lo necesiten, puedan ejercer los derechos
adquiridos. Así buena parte de slos países euriopeos ha iniciado un
proceso de revisión de slos niveles de asistencia, en unos casos al alza
y en otros a la baja, evitando ineficiencias y eliminando los
corporativismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario