sábado, 1 de julio de 2017

7º TECAO - Emprendedor ¿Se nace o se hace?

Emprendedor ¿Se nace o se hace?

El emprendedor depende tanto de sus cualidades innatas, como de capacidades que puede trabajar. 

¿El emprendedor nace o se hace?

Podríamos decir que un poco de cada cosa. El perfil emprendedor se crea mediante la unión de experiencias, capacidades, habilidades y actitudes.   Es una mezcla entre lo que somos y lo que queremos llegar a ser. Por eso podemos afirmar que un emprendedor nace y se hace.   Resulta de la combinación de ambos procesos.

Ser emprendedor es una actitud.  Es un espíritu que surge del desarrollo de una serie de capacidades personales. Y no sólo tiene que ver con el hecho de desarrollar proyectos propios, sino que el concepto también hace referencia a una actitud que bien podemos tener en nuestro trabajo, demostrando nuestra implicación en proyectos ajenos.  Suele ser frecuente que se relacionen el espíritu emprendedor y la creación de empresas. No obstante, todo aquel que ya trabaje en una empresa, independientemente de su tamaño, puede aportar en ella su iniciativa y dar pie a una cultura emprendedora en todos los ámbitos.

En este sentido, el espíritu emprendedor depende tanto de cualidades innatas, como de capacidades interiores que pueden desarrollarse en cualquiera:

Edad: Engloba conceptos como la energía, la fuerza y la ambición. Estas características suelen ser más presentes en la etapa de juventud.

Disponibilidad: A poner en marcha proyectos y llevar a cabo las ideas que surgen. Desarrollar cualquier idea supone dedicarle tiempo.

Animosidad: El animo positivo es imprescindible para ahuyentar el desaliento ante los probables reveses.

Iniciativa y creatividad: Dos conceptos que exigen investigación y análisis. El emprendedor debe tener cierta facilidad para idear nuevos proyectos y dar soluciones originales a problemas reales.

Autonomía: Podemos trabajar sin necesidad de ser dirigidos.

Trabajo en equipo: Saber trabajar en colaboración con otros también es uno de los requisitos indispensables para un emprendedor.

Liderazgo: El emprendedor sabe implicar a los demás en los proyectos. Sabe influir en ellos y rentabilizar sus cualidades personales.

Adaptación: Saber improvisar con creatividad. Los acontecimientos no suelen desarrollarse como los habíamos planificado. Por eso tenemos que aprender a rectificar.

Decisión: Combatir la precipitación. Pero también saber asumir riesgos.

Objetividad: Hay que saber valorar las situaciones con realismo. Y nunca ser impulsivos sin sentido.



Fomentar el espíritu emprendedor puede ser incluso mas interesante porque permite que la persona se sienta parte del proyecto, desarrolle sus capacidades y se realice personalmente. Cuando es solo un espectador, la empresa pierde parte del potencial de su capital humano.

 “EL EMPRENDEDOR NACE, EN PARTE,Y SE HACE, EN PARTE”.

Podemos distinguir entre aptitudes y actitudes para ser emprendedor. Si bien es cierto que las actitudes son algo inherente a la persona (cualidades como ser creativo, emprendedor, visionario, tenaz, valiente,…) también se adoptan, adquieren o aprenden. Las aptitudes se ligan a “se nace” y las actitudes a “se hace”. No obstante, ambas se pueden mejorar, y no es necesario contar, a prioridad, con todas las aptitudes asociadas al carácter emprendedor. Ayudan, pero no determinan el hecho de que alguien puede poner en marcha una idea de negocio.

Existe un considerable desacuerdo con respecto al concepto de la personalidad empresarial.
Mientras que algunas personas piensan que se puede enseñar a los individuos a ser empresarios, otros creen que esto es imposible. Peter Drucker considera que cualquier persona, de cualquier organización, puede aprender a ser empresario. Muchos otros apoyan esta creencia. Un emprendedor cree que el espíritu empresarial desafía el análisis y dice que la forma de convertirse en empresario es hacer "una venta a la vez".
Sin embargo, hay muchas personas que creen que los empresarios tienen una personalidad especial y que no es posible aprender sus características. Un escritor de Business Week que está en desacuerdo con Peter Drucker, dice: "Aunque es probable que Drucker tenga razón en que se pueden estudiar y aprender los tornillos y las tuercas de la calidad empresarial, el alma de un emprendedor es algo totalmente diferente. Un empresario (emprendedor) puede ser administrador profesional, pero no todo administrador puede ser un emprendedor". 
   Enfoque psicosociológico:  
 Teorías sobre los rasgos del emprendedorismo (el emprendedor nace)
 Teoría del comportamiento (el emprendedor se hace)
 Teorías contextuales o sistémicos. 
 
  • Teorías de las características/rasgos del emprendedor:
Supuesto teórico: Emprendedor se nace.
Pregunta de base: ¿Cómo son los empresarios?

Enfoques que ponen énfasis en los aspectos personales del empresario o ciertos atributos de
personalidad.  Intentan responder principalmente a la pregunta: ¿quién es el empresario? ¿Qué características hacen que determinadas personas creen empresas y otras no?, por tal motivo van a plantear una teoría basada sobre las características de personalidad del empresario definido como aquella personas que tiene la capacidad de crear empresas.

Los esfuerzos en la investigación por aislar las características del emprendedor dieron como resultado varios callejones sin salida ya que se observa una falta de consenso sobre la definición del empresario y su función.

Sin embargo, si la búsqueda se hizo con la intención de identificar características en las cuales los emprendedores tienden a diferir de los no emprendedores sería útil mencionar a los postulados de Mc Clelland, psicólogo estadounidense quien en 1972 definió, basado en acercamientos empíricos, una serie de rasgos (mayoritariamente psicológicos) que según él caracterizaban a las personas emprendedoras.                                                                   

Esta serie de cualidades se definieron como:
  • alta necesidad de logro e independencia, harán que el comportamiento empresarial se torne en una influencia positiva para el crecimiento económico y el desarrollo .
  •  alto locus de control, se refiere al grado en el cual la persona experimenta la habilidad /convicción de que ejerce verdadero control sobre su lugar en la sociedad
  •  tomadores de riesgo, tolerancia a la ambigüedad, creatividad entre las más importantes.
Según Gartner (1988) muchos investigadores lograron delinear perfiles de las características psicológicas predominantes en diversas zonas geográficas y períodos históricos. En términos
generales puede afirmarse que las conclusiones de esos estudios fueron en su mayor parte ambiguas y poco claras, raras veces coincidentes entre sí, la mayoría de los rasgos eran muy genéricos y hasta contradictorios, además que eran aplicables a cualquier persona.

¿Por qué el modelo de las características no ha probado ser mejor para explicar el emprendedorismo?

Podemos sugerir al menos tres razones.
  1. Generalmente no puede poner en claro la importancia relativa de varias características,
  2. No separa la causa del efecto (por ejemplo, ¿tienen los emprendedores alta necesidad de independencia o su independencia los lleva a crear empresas?)
  3. Ignora los factores situacionales/contextuales.  Como señala Zaratiegui (1996; 63) “las confusiones se producen cuando pretendemos aislar una figura que no ha existido nunca en la historia económica: «el empresario típico». No tiene mucho sentido rastrear los archivos en busca de individuos particulares que puedan ser denominados empresarios”.
Estas limitaciones han llevado a los investigadores a mirar en otras direcciones.


  • Teorías comportamental

Supuesto teórico: Emprendedor se hace.
Pregunta Base: ¿Qué hacen los emprendedores eficaces/ exitosos?


Teorías que proponen qué comportamientos específicos diferencian a los emprendedores de los que no lo son.



La incapacidad de encontrar “oro” en las “minas” de las características llevó a los investigadores a observar los comportamientos que exhibían los emprendedores. Se preguntaron si había algo único en la forma en que los emprendedores eficaces se comportaban.

Primero, sin embargo, consideremos las implicaciones prácticas del enfoque del comportamiento.

Si el enfoque del comportamiento sobre el emprendedorismo fuera exitoso, tendría implicaciones bastante diferentes de las del enfoque de las características. Si la investigación de las características hubiera tenido éxito, habría proporcionado una base para seleccionar a las personas “adecuadas” para asumir los riesgo que implica la creación de empresas. En contraste, si los estudios del comportamiento hubieran sido determinantes críticos del emprendedorismo, podríamos entrenar personas para que fueran emprendedores. La diferencia entre las teorías de las características y las del comportamiento, en términos de la aplicación, yace en las suposiciones que las sustentan. Si las teorías de las características fueran válidas, entonces el espíritu empresarial básicamente se posee desde el nacimiento: usted lo tiene o no lo tiene. Por otro lado, si hubiera comportamientos específicos que identificaran a los emprendedores, entonces podríamos enseñar a ser emprendedor: podríamos diseñar programas que implantaran esos patrones de comportamiento en individuos que desearan ser emprendedores eficaces.


Ésta fue seguramente una línea más excitante, porque significa que la provisión de emprendedores podría ser expandida. Si el entrenamiento funcionaria, podríamos tener un abasto infinito de emprendedores eficaces.  Sin embargo las teorías del comportamiento , en general, han tenido un éxito modesto para identificar relaciones consistentes entre los patrones de comportamiento del emprendedor y el desempeño exitoso.


Lo que parece faltar es la consideración de los factores situacionales/ contextualess que influyen en el éxito o el fracaso.


Las situaciones cambian y los estilos de emprendedorismo necesitan cambiar con ellos. Por desgracia, los enfoques del comportamiento no reconocen los cambios en las situaciones.

  •  Teorías contextuales o sistémicas:
Supuesto teórico: el proceso de creación es un evento contextual, resultado de la influencia de factores culturales, económicos, sociológicos y psicológicos.
Pregunta base: ¿qué influencia tiene el contexto en el proceso emprendedor?  ¿cómo nacen, crecen y se desarrollan las organizaciones?

Para aquellos que estudiaban el fenómeno del emprendedorismo era cada vez más claro que predecir su éxito era más complejo que aislar algunas características o comportamientos preferidos. La imposibilidad de obtener resultados consistentes llevó a enfocarse en influencias situacionales. Una cosa era señalar que el proceso emprendedor dependía de la situación y otra muy diferente ser capaz de aislar aquellas condiciones situacionales.

Según Gartner (1988) el foco del estudio debiera entonces incluir las siguientes dimensiones: 
  • El/los individuos involucrados en la creación- 
  • Las actividades desarrolladas por esos individuos durante el proceso
  • La estructura organizacional y estrategia resultante
  • El ambiente en que se desarrolla.

Otro autor importante que se puede ceñir al enfoque es Shapero (1984),quien define un “acto emprendedor” como la combinación de factores personales y contextuales. Acorde a él, este acto emprendedor inicia siempre mediante un evento “desubicador” que conlleva potencialmente a la creación de una empresa ( entre varias alternativas más que la persona enfrenta). Este “encauzarse” a un emprendimiento está influido por la percepción de factibilidad y deseabilidad, en las cuales subyacen aspectos sociales y económicos.

Muy en línea con la orientación previa, el autor Mason (1991) introduce variables más amplias para explicar el fenómeno emprendedor desde una óptica de diferencias geográficas. Es de esta manera, que Mason acoge el “acto emprendedor” como aquel motivado por un “efecto desubicador” ( a lo Shapero ) e introduce tres tipos de variables para explicar las diferencias espaciales en las tasas de creación de empresas, a saber:
  • características estructurales,
  • cultura emprendedora ( causas sociales) y
  • factores económicos.
En la misma corriente analítica, Gibb y Ritchie (1982) proponen que el éxito de los emprendimientos se sustenta en cuatro elementos críticos, como son:
  • motivación ( personal, círculo de allegados, esfera social amplia );
  • idea y mercado ( viabilidad, posibilidad de generar nichos, tipo de competencia, entre varios);
  • acceso a recursos ( físicos y financieros) y
  • habilidad ( experiencia, educación, equipo de trabajo, capacitación de fuerza laboral).
Sistema de desarrollo emprendedor: Hacia un enfoque ecléctico del proceso emprendedor
Hugo Kantis en diversos trabajos utiliza lo que él denomina “un enfoque conceptual sistémico” que pone énfasis en el proceso emprendedor, considerando los diferentes factores que contribuyen a comprender “la naturaleza compleja y contextual del proceso emprendedor”.

Dicho enfoque da cuenta de la forma en que intervienen cuestiones tales como:
  • ámbitos de aprendizaje (familia, educación, experiencias de trabajo, etc. )
  • redes de apoyo ( sociales, institucionales, de producción, etc. )
  • recursos (financieros y no financieros).
Un enfoque de estas características dará lugar al concepto de SISTEMA DE DESARROLLO
EMPRENDEDOR (SDE) definido como “ el conjunto de elementos y factores que inciden
sobre el procesos emprendedor contribuyendo/obstaculizando el nacimiento y desarrollo de emprendedores y de empresas tanto en términos cuantitativos como cualitativos”.

Este conjunto de factores pueden ser divididos en las siguientes categorías:
  • CONDICIONES SOCIALES Y ECONÓMICAS: definen el contexto en sentido amplio (microeconómico y macroeconómico) y comprenden factores tales como: perfil de los hogares que potencian el emprendedorismo; acceso a la educación, acceso a ingresos básicos; comportamiento de la demanda o grado de estabilidad económica y crecimiento, etc.
  • ESTRUCTURA Y DINAMICA PRODUCTIVA (O DE LA INDUSTRIA) incluye factores tales como: el perfil sectorial, regional, y de tamaño de las empresas e instituciones condicionadas por la estructura productiva existente incidiendo sobre la experiencia laboral de las personas.
  • ASPECTOS PERSONALES comprende el perfil socio-demográfico del emprendedor y sus competencias para emprender. Por definición las capacidades emprendedoras inciden sobre losdiversos elementos del proceso emprendedor y está n influidas por los ámbitos familiar, educativoy laboral.
  • REDES DEL EMPRENDEDOR ( O CAPITAL SOCIAL ) incluye las redes formales e informales:sociales (amigos , familias) institucionales, comerciales, etc.
  • MERCADO DE FACTORES (MACROECONOMÍA): influyesobre el acceso a los recursos financieros, a la oferta de trabajadores calificados, a los proveedores de insumo y de servicios profesionales, equipamiento, etc.
  • REGULACIONES Y POLÍTICAS (MARCO LEGAL Y REGULATORIO) : incluye el conjunto de normas y políticas que inciden sobre la creación de empresas (impuestos, trámites necesarios,iniciativas y programas de fomento a la empresarialidad, etc) afectando la existencia de oportunidades de negocio y el acceso a las mismas, la adquisición de vocaciones y competencias y el ingreso al mercado.
Para Kantis el proceso emprendedor consta de 3 etapas que no necesariamente se desarrollan de forma lineal :
  • INCUBACIÓN O GESTACIÓN DEL PROYECTO EMPRESARIO: comienza con la adquisición de la motivación para emprender e incluye las formación de las competencias empresariales; la identificación de la idea de negocio ( oportunidades) ; y la elaboración del proyecto.
  • INICIO O LANZAMIENTO DEL PROYECTO : incluye la toma de decisión final de emprender, el acceso y organización de recursos financieros y no financieros
  • DEARROLLO INICIAL DE LA EMPRESA incluye la introducción de la empresa al mercado de bienes y servicios (confrontar el proyecto con la realidad) Los factores que influyen dentro deesta etapa son la gestión de la empresa en los primeros años, los problemas y la manera de resolverlos, el financiamiento de operaciones y crecimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario